HAITÍ 2010
1-Sobre aquél país viejo
anclado en el pasado y la ignorancia
cayó el dolor,
la tragedia,
el miedo.
En el viejo país
las madres lamían las heridas
de los hijos hambrientos.
Como perros,
como mártires.
La tierra zarandeó la alegría
y abatió las risas de los niños.
Ahora,
nosotros,
anclados en la frontera equivocada
miramos preocupados
nuestras miserables cuentas corrientes.
Esta es la brecha
donde pereceremos sin remedio.
2-
Desde mi habitación
en el hotel Port Morgan
contemplo las gargantas y el terror.
En la otra orilla se derrite el miedo,
se combate por un trozo de pan.
Aquí estoy seguro
contemplando la noche serena
tras el espanto.
En esta orilla,
amigos míos,
estamos a salvo.
Ya pasará el peligro y el gemido
y volveremos a pensar, seguro,
en que no hay razones para la preocupación.
Mañana escribiré otra crónica.
Ahora tengo demasiado calor.
(c) Mayusta 2012