Una entrevista de Antón Castro para Heraldo de Aragón:
La recordamos como homenaje a ROSENDO TELLO, el gran poeta y amigo fallecido reientemente
Yusta: "Sin amor no es posible la vida"
El poeta Miguel Ángel Yusta publica De silencio y luz (Lastura, 2015).
Miguel Ángel Yusta publica un nuevo
poemario: De silencio y luz (Lastura), un libro en cuatro tiempos con
el amor como tema esencial. El poeta, especialista en ópera y en coplas
de jotas y colaborador asiduo de HERALDO, explica las claves del
volumen.
-De silencio y luz lleva una frase inquietante: Para que no puedan matarme de nuevo. ¿A qué se refiere? ¿Quién le ha matado, quién ha matado al poeta?
La
vida, sus avatares, nos mata en algunos sentidos muchas veces; lo que
pasa es que resucitamos, nos ponemos de pie de nuevo y reanudamos el
camino. La fuerza interior, los valores y el afán de sobrevivir nos
mueven a ello: revivir, reinventarse y caminar, siempre caminar. Al
poeta, por otra parte, pueden matarle muchas cosas que no le gustan de
nuestra sociedad; por ello la poesía ha de ser, también, contrapeso de
sensibilidad y belleza o, claro está, arma de lucha, crítica y
testimonio, para mejorar el mundo que nos rodea.
Joaquín
es un gran amigo y un maestro, pero por eso mismo y porque conozco su
manera de ser, sé que no es proclive en sus palabras al elogio ni a la
crítica gratuitos. Si esa es su opinión, a mí me llena de satisfacción
por venir de alguien que sabe, dada su cualidad de profesor y escritor,
de qué está hablando...
-Sánchez
Vallés explica el sentido del título: viene a decir que los amantes
hallan el placer o el gozo en silencio y que la luz es la consumación de
su amor. ¿Lo pensó así o querría matizar algo más?
Estoy
totalmente de acuerdo en esa apreciación. Es útil el silencio: lejos
del griterío y el bullicio se degustan más los placeres del amor. La luz
es símbolo de plenitud aunque a veces, para que llegue, ha de
transcurrir una larga noche. Pero siempre amanece y se hace la luz.
-¿Por qué se escribe tanto y tanto de amor?
El
amor es un tema eterno del hombre, una cuestión que ha de plantear y
resolver cada día, cada hora. Sin amor no es posible la vida. La poesía
lírica descubre los entresijos del alma, hace el mundo más habitable y
bello. El poeta dice: Mirad mi amor, que también es mi sufrimiento, mi
grito ante la injusticia o mi deseo de paz. El amor lo contiene todo.
Ya lo dijo el Fénix de los Ingenios: Quien lo probó, lo sabe.
-¿Quiere ser De silencio y luz un poemario de la plenitud?
Claro
que no; es un paso más en el camino que recorremos y donde en cada
momento podemos encontrar la necesidad de decir algo, de comunicarnos...
o de guardar prudente silencio.
-¿Estaría
de acuerdo que este es un libro feliz, un libro del cuerpo, de los
gestos habituales de la pasión: el beso, la caricia, el abrazo, el
coito?
En
el camino que recorre el poemario hay estancias felices, otras luminosas
o sombrías... Hay reflexión, melancólica evocación y, claro, con
lenguaje poético, referencias al lenguaje físico del amor, no al
genitalismo, que es bien distinto.
-¿Existe una estación más propicia del amor que otras? Lo digo porque todas andan por el libro con especial significado.
Aunque
suene a tópico, se dice siempre que, por estas latitudes, la primavera
es la estación idónea para el amor. No obstante, las estaciones son
imágenes y, depende del momento en que se escribe o que provoca un
poema, la imagen estacional es una u otra, lo que hace de ellas uno
más de los recursos expresivos del verso.
-¿Qué vínculo existe para usted entre el amor y la noche?
En
sentido poético, La noche está en íntima relación con el silencio, al
hilo del título. Por otra parte yo, particularmente, soy un noctámbulo.
Me gusta la noche, con su halo de silencio y misterio, para escribir,
para vivir, para beber y, claro, para amar y hacer el amor.
-¿Y entre la música y el amor?
La
poesía y la música están íntimamente relacionadas. El lenguaje poético
es música, ritmo y cadencia. En el amor también tiene una importancia
fundamental la música, cierta música. Nos acompaña, nos trae recuerdos y
vivencias y enriquece el lenguaje amoroso.
-¿Qué le debe la disposición del libro a una partitura, a una pieza musical?
La
mayoría de las obras musicales -óperas, sinfonías- tienen una estrecha
relación con historias de amor, ya se representen cantadas o se
describan musicalmente. He organizado el libro en cuatro tiempos, como
una sinfonía, con tres intermezzos donde se incluyen ligeros
micropoemas y que marcan, como los intermedios o pausas de acto en
música, pequeños paréntesis o intervalos para diferenciar los diversos
estadios de la obra.
-Dice: No me digas jamás que no me amas. ¿Se lo han dicho mucho?
El
final del amor es una real posibilidad y en cualquier caso es una
ruptura, bien porque se acaba el amor entrambos o porque uno de los
amantes decide que ya no ama. Lo ideal sería que jamás terminase el
amor, que jamás hubiera que decir ya no te amo, pero...
-¿En qué consiste sangrar desolación?
Es
una imagen poética. Creo que muestra de manera eficaz el desamparo, el
dolor e incluso la angustia de quien se siente abandonado por el amor.
-¿Cómo nacen sus imágenes?
Surgen
en el poema. Cuando se quiere expresar en lenguaje poético hay que
trabajarlo y hacerlo así, si no no habría poesía sino un lenguaje
prosaico muy válido, desde luego, pero alejado de la excelencia que ha
de perseguirse e intentarse en poesía, con imágenes, figuras, emoción,
ritmo, musicalidad... La poesía es, decía la recordada Ana María
Navales, la más difícil y laboriosa manera de escribir.
-¿Qué le pide a la poesía?
Que
me acompañe hasta el día final de mi camino, hasta la llegada, y que
pueda transmitir, con honestidad y trabajo, sensaciones que el lector
sienta como suyas. Que a veces levante la vista del libro y quede,
pensativo, mirando a lo lejos, saboreando el poema, meditándolo.
-¿Por qué ha elegido a Rosendo Tello para que presentase tu libro?
Rosendo
Tello es actualmente el patriarca de las letras aragonesas y reconocido
poeta y ensayista. No tiene hoy enfermedad alguna, sino las secuelas de
un accidente cerebral vascular que no le impiden seguir en plena
capacidad intelectual, aunque sí expresarse oralmente y escribir con sus
manos. Para ello tiene voces y manos familiares y amigas -un recuerdo
especial para su esposa Maribel, su voz- que sustituyen esas carencias.
Escribe, publica y, como tantas otras personas con alguna discapacidad
física, debe ser considerado en sus capacidades intelectuales (que le
definen y desarrolla con normalidad) e invitado a cuantos actos desee
participar. El que haya aceptado presentar mi libro es para mí un
orgullo y ese momento constituye, principalmente, un acto de amistad y
homenaje al amigo, al poeta y al maestro.
FICHA
De silencio y luz. Miguel Ángel Yusta. Prólogo de Joaquín Sánchez Vallés. Madrid, 2015. 78 páginas. [Esta tarde, a las 19.30, presentación en la FNAC en compañía de la editora Lidia López Miguel y el poeta y profesor Rosendo Tello Aína.]