1.
Llegué a tocar el cielo
exhausto tras el viaje.
Y en ese instante mismo
se me apagaron todas las estrellas.
Nunca jamás querré viajar a Ítaca.
2.
Regresa,
cuando el alma retoñe,
yo salga de las sombras
y podamos retomar el camino.
Retorna bajo el sol del mar Egeo
una mañana asordada de pájaros
y pasaremos el umbral del templo.
Recibirás allí estola de seda,
te coronarán estrellas de luz
y volverás a ser, viva Cariátide,
sostén del Erecteión, que sin ti se derrumba.
("Pasajero de otoño". Huerga y Fierro , 2018).
Fotos: (c) Mayusta)
Fotos: (c) Mayusta)