Feria
del Libro. Zaragoza, 2 de junio de 2018.
Presentación:
“Resistencia del aire", por Miguel Ángel Yusta.
Autor:
Fernando Aínsa Amigues. Edcs. Renacimiento.
Buenas
noches señoras y señores:
Poca
presentación es necesaria en el caso del escritor Fernando Aínsa y
diremos lo imprescindible en cuanto a datos personales y extensísima
obra, que hoy en día todos pueden consultar en la RED
Quién
es Fernando Aínsa escritor.
Fernando Aínsa (Palma de Mallorca,
1937) es un escritor hispano-uruguayo. Trabajó en la UNESCO (París)
entre 1974 y 1999, donde fue
Director Literario de Ediciones. Desde 1999 reside entre Zaragoza y
Oliete (Teruel). Es autor de una amplia obra como ensayista,
narrador, poeta y crítico literario. Su obra ha sido traducida al
inglés, francés, italiano, portugués, árabe, polaco, rumano, ruso
y macedonio. Es miembro correspondiente de la Academia Nacional de
Letras del Uruguay y de la de Venezuela y miembro del Patronato Real
de la Biblioteca Nacional de España. Ha recibido premios nacionales
e internacionales en Cuba, México, Argentina, España, Francia y
Uruguay y recientemente ha sido nombrado Doctor Honoris Causa por la
Universidad de Poitiers, Francia.
Su
trayectoria abarca tanto el análisis
de la literatura y el pensamiento
latinoamericanos como la creación
propiamente dicha. Para el estudioso Ángel Esteban, «Fernando Aínsa
no es el típico académico, entre otras cosas, porque no es un
académico en sentido estricto. Es decir, nunca ha estado ligado a
través de un contrato permanente, con universidad alguna. Sin
embargo, todo lo que gravita alrededor del mundo académico, ha sido
el pasto de su propia historia intelectual».
Fernando
Aínsa es, pues, reconocido ensayista y experimentado prosista, con
una ingente obra a sus espaldas, que da paso hace unos pocos años
al Fernando Aínsa
poeta, al menos en
publicaciónes, pues sin duda lo fue toda su ya larga existencia y es
ahora, en el reposo de la edad madura cuando nos va ofreciendo su
creatividad poética que hoy se presenta reunida en este volumen,
Resistencia del aire,
publicado por ediciones Renacimiento.
Es
Aínsa, poeta, un nostálgico de la Memoria que proyecta en varios
hermosos poemas, cantor impaciente de experiencias, lugares,
situaciones y reflexiones vitales que desea comunicar a través de su
obra, que no por tardía es menos vivaz, sino que adquiere un
contenido lírico vigente y actual y nos presenta, en un especial yb
elaborado lenguaje poético, retazos de una vida rica y llena de
experiencias de un hombre observador de su entorno y siempre atento a
cuanto le rodea en el plano familiar y en el amplio panorama de su
recorrido vital, del mundo.
Como
señala Virgilio López Lemus en el prólogo de su edición de Clima
húmedo, uno de sus
libros de mi preferencia dentro de su obra, “Aínsa
nos da fe de vida, debida a su fe en el amor a la vida. Esa fe
comprende nostalgia y, a la vez, se presenta como un ahora que se
desea vivir con intensidad” y añade que el autor “ha mostrado su
creatividad por medio de una mirada lírica muy suya del mundo, y nos
la regala generoso”.
No
es , pues, Aínsa poeta de una lectura superficial, sino de una
serena y meditada reflexión que su poesía, no sujeta a formas
métricas tradicionales pero acogida a un elaborado ritmo interior,
transmite con un mensaje de interrogación permanente.
Y
ya solo con eso (hay mucho más) vemos que estamos ante una autoridad
literaria de renombre internacional que sigue día a día su
incansable actividad creadora.
Pero
quién es NUESTRO Fernando Aínsa
Conocí
personalmente a Fernando Aínsa hace algunos años. Siempre lamentaré
no haberlo conocido antes para disfrutar de su amistad cercana y de
su magisterio. Porque Fernando es un hombre que, a pesar de estar de
vuelta de muchas singladuras, aparece renovado cada momento y siempre
preparado para tomar las maletas hacia un nuevo viaje, una nueva
aventura literaria.
Es
hombre cercano, afable y discreto, viste con singularidad y tiene, a
veces, un aire de intelectual despistado que, tras sus gafas, nos
observa de una manera especial. Su mirada es penetrante, siempre
interrogadora pero a la vez llena de cariño. Habla pausadamente
usando las palabras justas en el momento adecuado.
Fernando
pasea hoy por Zaragoza con tranquilidad y reposo, antes lo hizo con
inquietud y curiosidad de escritor y editor por diversos caminos
literarios y geográficos: Sudamérica, París donde, como ya he
señalado, fue Director de Ediciones de la Unesco con Federico Mayor
Zaragoza y donde visita con frecuencia a sus hijos y nieta y su
Oliete turolense, su querido lugar, donde disfruta del cariño de
todos y crea ese mundo poético del que hoy tenemos esta preciosa y
completa edición.
Quiero
citar, para un mejor conocimiento del autor y de su enorme categoría
literaria, algunas líneas de “El escritor y el intelectual entre
dos mundos”. libro que se editó con motivo del homenaje
internacional que se le dedicó en la ciudad francesa de Lille los
días 5 y 6 de junio de 2009.
Allí
se decía entre otras cosas que “Pocas personas como Fernando
Aínsa se han dedicado en los últimos treinta años a estudiar,
reflexionar y elaborar síntesis sobre el pensamiento latinoamericano
y las representaciones literarias que han contribuido a construir su
identidad en movimiento. Fernando Aínsa se comporta como un
humanista renacentista de los tiempos modernos: es el hombre culto
que deambula por los ámbitos más variados de la cultura, un
intelectual reflexivo y pleno de referencias cuyo pensamiento sin
anteojeras fluye tanto en la obra del crítico y como en la del
escritor. Aínsa tiene el privilegio de ser hispano-uruguayo, es
decir de haber vivido siempre entre dos continentes: quizás por eso
ha sabido utilizar tanto los lentes de cerca como los de lejos para
enfocar y ofrecer lecturas nutridas y originales perspectivas de
análisis.” y también que “Su ensayística pone en evidencia,
con originalidad y talento, un pensamiento latinoamericano sellado
por la idea de utopía, con su propia identidad, ligada al mismo
tiempo a Europa y a Estados Unidos, tanto por relaciones de atracción
como por cuestiones de diferendo y de conflicto.
Su
extensa obra -como he dicho anteriormente- se puede consultar en la
Red. Aquí , esta noche, vamos a comentar muy brevemente su creación
poética. Siempre he pensado y vuelvo a insistir en que, aunque su
obra poética se publica tardíamente, Fernando Aínsa es poeta desde
siempre y que sus versos han sido cuidadosamente, celosamente
guardados, hasta ver la luz en unos libros que se compendian en
Resistencia del aire,
obra que presentamos
hoy en la Feria del Libro de Zaragoza.
La
obra que hoy presentamos en Zaragoza.
Resistencia
del aire comprende
cinco obras:
Aprendizajes
tardíos (2007),
Bodas
de oro (2011) ,
Clima
húmedo (2011),
Poder
del buitre sobre sus lentas alas (2012)
Capitulaciones
del silencio (2015).
Un
conjunto de buena poesía que nos lleva a un recorrido completo por
la reciente, pero importante y ya amplia obra poética de Fernando
Ainsa.
Si
nos asombró la pulcritud y sensibilidad de su irrupción en el mundo
poético con 'Aprendizajes tardíos', hay que decir también que la
obra de Fernando, poeta, ha ido abriéndose con una amplitud y fuerza
determinantes de un estilo propio, cultivado, y de un lenguaje bien
elaborado y rico del gran escritor que es, experto y acostumbrado a
hacer literatura
cuando escribe y que por ello -y añadiendo al lenguaje poético
especiales características de sensibilidad y habilidad- lleva
indefectiblemente al lector al pleno disfrute de su poesía.
Porque
poesía excelente (de excelencia, quiero decir) es cada uno de sus
poemarios.
En
Aprendizajes
tardíos,
Que comienza con el bello poema introductorio “Me presento” le
ocupa, en sus palabras: descubrir
el ritmo secreto de lo que me rodea; reflexiona
sobre el triste destino de las frutas a punto de morir; nos habla de
las nueces ese seso
vegetal; desea
desaparecer en invierno, como las lagartijas y añora a su padre que
vuelve a su tierra recogiendo
las redes de su vida
y deseando el descanso final, a su lado, allá en lo alto del cabezo
en ese pueblo raíz, aunque con “ella”,
con esa enemiga de
delgada silueta con
la que dialoga, mantiene una lucha sin cuartel y la invita (émulo
del caballero del Séptimo sello) a largas
partidas de ajedrez
donde, hábil, posterga
el jaque mate con que gana siempre.
Fernando
necesitaba comenzar su obra poética testimoniando su resistencia -y
al mismo tiempo dando fe de su ya merecido descanso- en esos poemas
con cierto aire de égloga que forman esta primera entrega de la
serie.
Bodas
de oro, es un libro
que a mí me también me emociona especialmente. Es fundamentalmente
un canto a su amada Mónica, la mujer que le apoya y en la que se
apoya, la compañera de
mis peores momentos y de los días más felices de mi vida, como
nos dice en las líneas preliminares de su antología “Pausa
poética”. Y es que Mónica es una gran persona, una gran mujer:
elegante, inteligente, discreta, llena de una especial sensibilidad y
gran lectora, es el fundamental soporte de Fernando a quien ciuda y
aconseja, complementa y construye. Bodas de oro es un conjunto de
poemas de amor, impregnados de nostalgia, de ternura (¡y qué es el
amor si no se enmarca en ternura!) donde aparecen escenas cotidianas
Cuando la oigo hablar
con los perros me conforto / sé que sigue ahí o
reflexiona sobre el Tiempo
restante. O cuando
se despierta en la noche y escudriña
cómo oscila su pecho en la sombra,
deseando, si es que termina el tiempo (¡y cómo sentimos eso cuantos
amamos!), no sobrevivirla, por no sufrir su ausencia...El temor a la
pérdida es una constante y en ese momento el poeta parece querer
redimirse de sus posibles fallos: Échame
en cara lo que fue y pudo ser
en un emotivo acto de sincera recapacitación y entrega final a la
amada.
Clima
húmedo es un libro
que tuve el placer de presentar y reseñar en prensa y transcribo
parte de lo que ya dije entonces al respecto:
“Aínsa
adhiere un contenido lírico vigente y actual a cada retazo de vida
encarnado en esa humedad, no efímera, sino consustancial y femenina
que impregna todo el poemario.
La
humedad, metáfora de la vida, de la creación, del amor sensual, es
el componente de su particular clima, donde nos sumerge con
expresividad y belleza. Nos abre sus dudas, inquietudes, temores y
expectativas ante esa puerta desconocida a la que nos aproximamos
inexorablemente y que, sin duda, solamente abre la llave del amor”.
Como
señala Virgilio López Lemus en el prólogo, en Clima
húmedo “Aínsa nos
da fe de vida, debida a su fe en el amor a la vida. Esa fe comprende
nostalgia y, a la vez, se presenta como un ahora que se desea vivir
con intensidad” y añade que el autor “ha mostrado su creatividad
por medio de una mirada lírica muy suya del mundo, y nos la regala
generoso”. También en el Post facio, Antonella Carcellier señala
que “el recorrrido a través de la humedad es también un viaje al
corazón de la lengua que nace de una atención de Aínsa por los
detalles incluso menudos de la vida cotidiana y por la vitalidad que
sabe captar en las palabras, pero también por la sensación de
alteridad de quien ha vivido en muchas partes”.
Divide
Ainsa su libro en tres partes: “Vivir la humedad desde adentro”,
“Variantes de nuestra humedad” y “La triste alegoría de tu
entorno”, y tras iniciar el camino (Regresé
del Sur hace unos años / Olvidé la humedad en un armario / Lo cerré
a cal y canto, / ligeramente desmemoriado),
nos lleva en sus poemas por los humedales de la memoria y de los
sentimientos hasta un final-regreso (que el poeta espera definitivo)
y a un presente tal vez desencantado del camino pues concluye que
Duro / inútil ha sido
el combate, / te dijiste antes de iniciar el retorno / que esperas
definitivo / al clima seco de tu presente.
Poder
del buitre sobre sus lentas alas.
Tuve
también el honor de presentar en su día este poemario del que dije
y digo: “Libro de fondo y forma, impecables y pulcros, de escritor
y poeta en plenitud. Su riqueza de símbolos e imágenes, el ritmo de
sus versos y de sus silencios, la economía sabia de palabras vanas
para llegar directa, limpia y bellamente al fondo del poema hacen de
'El Buitre' un libro pasional y apasionante, repleto de bellas
imágenes y, como digo, de silencios tan evocadores como ellas, que
llenan unos poemas donde el lector queda atrapado y pensativo. Un
libro nuevo, valiente y original, que recomiendo leer varias veces y
meditar sobre él muchas más. Y cito sus versos: bate
alas desde la cima
no
repta en la
tierra para vivir sin riesgo y
eso le hace grande, porque gana batallas en
esta tierra /donde todavía es posible / apurar el amargo cáliz
hasta las heces.
Un
libro para reflexionar pues a mi juicio -como acabo de señalar-
tiene más de una lectura y en mi opinión constituye una hermosa
metáfora del destino humano. Un poemario innovador y comprometido
que también nos acerca a la Naturaleza de la mano sabia del autor y,
en acertada reflexión poética, nos avisa del desastre -ya evidente-
de nuestra voracidad destructora.
Cinco
poemas de Poder del
buitre son , para mí,
especialmente emotivos: Peinan
el silencio del aire,
No pretendas volar en
presencia del Zar, que
se refiere al ajusticiamiento de un hombre llamado Nikita, en el
Moscú de 1505, por querer volar cuando se consideraba un acto
prohibido. El poeta nos dice al respecto que aún cuando se nos
aconseje repta en
tierra y vivirás sin riesgo,
recordemos que Nikita fue decapitado, sí, pero que salió
su alma y voló ante todos / hasta perderse en lo alto...
“La
muerte es vida”, “Paz en las alturas” y “Esperado festín en
las alturas”, son otros notable poemas de este libro.
Capitulaciones
del silencio y otras memorias, pone
punto final a esta obra recopilatoria. El poema Mamá
sentada en el sofá con un vaso de whisky en la mano, es
un canto lleno de cariño y nostalgia a la madre a quien recuerda
hermosa y enérgica
antes de esa guerra
que nos dividió sin otro consuelo que la memoria,
o la visión de la anciana cuyo mundo se
reduce a medida que el frío le sube por las piernas...El
poeta sabe que algún
día me pasará lo mismo.
Y ese conocimiento, cuando se va acabando el camino, es una constante
en la obra poética de Fernando Aínsa, como lo es, aun inconfesado,
en todos los seres humanos que nos sabemos con un tiempo limitado.
Y
concluyo pues el poeta y no el presentador es protagonista de este
acto, diciendo que esta acertada antología es un libro
imprescindible, suma de libros que han sido escritos tras muchos años
de trabajo, de ir y venir por ese mundo, de trasiego de casas y
gentes, de viajes y responsablidades, de obra de ensayo fecundísima
y reconocida universalmente...Pero Fernando es y ha sido poeta y
guardaba en un rincón de la memoria todas esas percepciones de su
entorno y de sí mismo que ahora nos va desgranando con maestría en
esos libros que, a no dudar, van a tener pronta y generosa
continuidad, porque Fernando Aínsa tiene mucho que decirnos y
enseñarnos y nosotros, que tanto le queremos, estamos deseando ese
magisterio que da una vida llena de literatura, de vivencias y de
sensibilidad.
Este
libro es bello en el fondo y en la forma, impecable y pulcra, de
escritor y poeta en plenitud. Su poesía está trufada de bellas
imágenes y de silencios tan valiosos como ellas, que llenan unos
poemas donde el lector queda atrapado inequívocamente. La poesía de
Fernando Aínsa es valiente y original, evocadora y sutil, suavemente
nostálgica y a veces provocadora, pero siempre con la discreción y
elegancia de su autor.
Y
siempre -también- emotiva y bella.
Ahora
damos paso a la palabra del autor y posteriormente a la de todos
ustedes que quieran hacer alguna pregunta.
MUCHAS
GRACIAS
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