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sábado, 4 de abril de 2015

De silencio y luz: algunas opiniones.


De silencio y luz
Algunas opiniones: Alfredo Saldaña, Jorge Cortés, Fernando Aínsa, Adolfo Burriel, Juan Domínguez Lasierra, José Antonio Conde, Rosendo Tello, Jorge Ayesa, Javier Barreiro...

Querido Miguel Ángel, he leído tu libro y he disfrutado mucho.
Está repleto de hallazgos expresivos y de imágenes muy potentes.
Hay en él, me parece, algo de iniciación, de reconocimiento
y de celebración, algo, en definitiva, de catarsis.
El libro rezuma sensibilidad, inteligencia y lirismo
por todos sus poros.
Enhorabuena, y un fuerte abrazo.
ALFREDO SALDAÑA

Amigo Miguel Ángel, aunque seguramente te lo diré el día de la presentación, tengo que manifestarte que no solo me ha gustado tu poemario, es que me ha impresionado: no hay un solo verso sin sentido; no hay verso sin sugerencia. Me parecen unos poemas de plenitud amorosa, puntillosos, con la descripción sujeta al símil...Y con una técnica expresiva poco frecuente (lo diré en el sentido más noble: es una escritura culta, porque es una escritura cultivada). Para leer y releer. Enhorabuena de las buenas (que se decía antes). Un fuerte abrazo.
JORGE CORTÉS


Miguel Ángel Yusta sigue enamorado. Hace de su última obra –DE SILENCIO Y LUZ (Lastura, 2015)– un nuevo y arriesgado inventario de felices imágenes sobre el tema, el que abordara con pasión en AMAR Y CALLAR (Sabara, 2013) y en la generosa panoplia metafórica de SENDEROS DE AMOR Y OLVIDO (Unaluna ediciones, 2008). Y lo hace, aunque guarde siempre la perspectiva de escribir distanciado en el tiempo del instante jubiloso de la explosión amorosa, cuando “ya no quema el fuego que en las ingles/ aquel remoto mar dejó al marcharse”, como cita en el epígrafe inicial de Vicente Aleixandre.
No hay que llamarse a engaño. Enamorado, sí, pero capaz de ver proyectado desde un presente de reflexión y melancólica evocación esas “pasiones violentas/ que duermen con los años/ en los anaqueles del recuerdo”. Una distancia en el tiempo que le permite desde el inicio del poemario comprender que “después vendrá lo oscuro,/ se borrará tu huella/ y yo me quedaré deshabitado./ Solo.” Una soledad que vaga errabunda “bajo la lluvia”, después que la amada ha dejado sobre su piel su “sabor fugitivo”.
El amor en Yusta es luz —esa luz presente desde el título— y guía del poeta. “Estoy aquí —nos dice— para seguir tu huella inapelable/ y que sea mi guía hasta esa luz”, esa luz que está presente en “lo invisible”. Una luz diurna que se contrapone a la “noche implacable” presente en la mayoría de los poemas en que el amor y la pasión reinan de consuno. Una noche que no se quiere abandonar “porque tal vez mañana/ –ojalá no amanezca– podría ser pasado y despedida”. La amada, evocada en el tiempo, ha sido “apacible refugio de mis días”, triste comprobación de que “es tu ausencia presencia, es tu silencio luz”, una búsqueda que ya estaba presente en Amar y callar cuando anunciaba “ya no me reconozco en el pasado,/ me dirijo a la luz”.
Simbiosis de luz y silencio que Joaquín Sánchez Vallés en el prólogo resalta como paradoja del título y síntesis de una “expresión elegante” de “lenguaje refinado” que haga “imposible leer estos poemas y no emocionarse, no sentir el latido que ese amor expresa, de aceptarlo como auténtico”.
A Yusta le gustan estas contradicciones. Si aquí se conjugan el silencio y la luz, en Amar y callar lo era la pasión y el sexo confrontado a “la tarde de la vida” desde la que se jugaba “el resto”.

En este nuevo libro sobre el amor que el poeta ha tardado en publicar un par de años (el prólogo de Sánchez Vallés está fechado en abril del 2013), hay felices imágenes y metáforas dignas de ser citadas, donde el amor evocado es capaz de “disolver el sabor del miedo” y “lo oscuro se viste de nosotros”. El “huracán salobre del deseo” dibuja “alfabetos de caricias” y la “sangre lava fugitiva/ que atropelle los cuerpos y los queme”.
Ante tanto desborde apasionado, remover “en vano/ la tierra que tengo sobre los recuerdos” es un triste modo de comprobar que “sólo el silencio es la respuesta”. Miguel Ángel Yusta vuelve —como en sus libros anteriores— a exaltar el amor y la pasión del pasado desde un presente de languidez, donde “la luz del día declina para siempre”, para regatear “con las últimas raíces del dolor/ para que no puedan matarme de nuevo”. Una proeza que el lector apresurado que he sido de DE SILENCIO Y LUZ agradece.
 FERNANDO AÍNSA


Los poemas de amor son muchas veces tan manidos que acaban siendo torpes, pretenciosos y repetidos, sacos de palabras. Pero tú has hecho unos poemas de cercanías y ausencias, de amores y pérdidas, de sensaciones físicas y recuerdos que tienen la virtud especial de sacarte de rutinas y de hacerte lector afortunado. Y emocionado. Estar y recordar, esperar y tener. Como el amor, que, se quiera o no, siempre es inatrapable. De verdad que has escrito un hermoso libro, donde, además, la forma es parte de los hallazgos del contenido.
ADOLFO BURRIEL.


Miguel Ángel Yusta presentó su último libro, 'De silencio y luz' -dos formas del amor, dice Joaquín Sánchez Vallés en el prólogo-, donde el más íntimo Yusta discurre como en un diario amoroso que se va tejiendo desde el alba del amor hasta la noche, de la primavera al invierno, del silencio que es luz a la luz que ya es ocaso silencioso...
JUAN DOMÍNGUEZ LASIERRA.


  “Cuando la luz del día declina para siempre”, amanece el deseo en el poema, y la palabra corporal abre la sombra íntima a través de una voz que se constituye en plenitud y serenidad expresiva. Miguel Ángel Yusta nos ofrece un libro sincero, un libro en el que la pasión atraviesa la realidad y el lenguaje, con esa sutileza necesaria de horizontes, donde la celebración es sugerencia, fluidez rítmica y acierto verbal. También la naturaleza y lo sensitivo se transforman en una sola identidad que no busca lo efímero de la entrega, y que encuentra la emoción compartida e irrepetible de los hallazgos.Este poemario es un himno de amor, un epinicio de susurros, un códice de tactos donde se conservan los instantes, las invocaciones y los atardeceres, y las estrellas más deseadas derraman su fulgor De silencio y luz.
JOSÉ ANTONIO CONDE. 


 Miguel Ángel Yusta ha escrito un libro hermoso, sintético y denso, muy sugerente en su ritmo e imágenes, muy ajustado en sus partes. Me gustan tanto las ausencias como las presencias y las pérdidas de sus poemas, todos tan diversos y contrarios, algo frecuente en la poesía actual.
ROSENDO TELLO (Fragmento del texto de la presentación)


 
De silencio y luz”. El éxtasis luminoso que rodea a los amantes cuando por fin se encuentran. No necesitan palabras, no necesitan nada más que a ellos mismos. Es una obra preciosa, dulce y delicada en su extensión. Es poesía, y evoca una fotografía de una pareja, abrazada, observando en silencio un atardecer. Cuando me puse a leerla, me enganché, fue demasiado fácil conseguirlo. Su lírica juega con las palabras, describiendo una fotografía en acción, a veces un blanco y negro, a veces un corto iluminado con los colores deseados. Es asombrosa la capacidad de Miguel Ángel, no tengo otras palabras en este momento, para captar un instante, que puede ser tranquilamente una llegada a casa, escuchar la voz de la persona querida, o tal vez verla dormir. Y lo pinta con palabras, lo hace arte. Crea realismo teñido de cariño, de dulzura, siendo conciso y certero como un bordado de oro, entre paisajes oníricos llenos de sensaciones. JORGE AYESA



Creo que es tu mejor libro poético –al menos, de los que conozco-, ya que has logrado la modulación de una lengua personal  y un convincente tono de sinceridad con ese viejo, difícil y bifronte tema de amor pasión y el amor pausado, aunque casi predomina el primero y uno disfruta  más con las orgías de desolación –más literarias- que con las propiamente dichas pero está muy bien esa alternancia de la la elegía, la herida del desamor y el himno epitalámico.
Por otro lado hay numerosos hallazgos expresivos y, como toda loa es sospechosa si no se contrapone algún defecto, también alguna adjetivación tópica. Claro que todo son gustos personales. El mío va por poemas como los de las páginas, 20, 21, 29, 41, 57… JAVIER BARREIRO

3 comentarios:

Mayusta dijo...

Gracias a todos por vuestras opiniones. Es hermoso escuchar y aprender cada día.

Mayusta dijo...

Miguel Ángel Yusta, antologiza 20+1 Poemas, seleccionados de los once libros publicados en los últimos quince años. Como prologa con acierto Ángel Guinda, en él “conviven la magistral intuición comunicativa del poeta popular y el talento expresivo del poeta culto”. Un pulcra edición (¡bilingüe en castellano y gallego!) de la editorial toledana Lastura, recoge de sus viejas carpetas y vivencias, bien sean de su querido París, en cuya cloaca es sólo redimida “por miles de poetas impertinentes”, y cuyos camareros de Montparnasse “ya saben que el mundo está allí, y lo administran sabiamente”. O bien, recuerdos de “cualquier calle de barrio de cualquiera ciudad,/España, años cuarenta del siglo de las guerras”. Y sigue vivo, porque “la poesía se derrama/en las luces de cada amanecer”.



2, Mayusta

Mayusta dijo...

Reseña de Eloy Fernández Clemente de «20 +1 poemas» en Andalán...

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