Han pasado los días
y no regresan más tus primaveras.
Ya contemplas el mundo desde el fondo
de tus muros abiertos hacia el cielo.
Han pasado los días
y la desesperanza se sosiega.
La luz proporcionada del ocaso
se prende de alfileres en las ruinas
de una ciudad sin límites
donde resuenan tus discretos pasos
grises de niebla y de silencios largos.
Has dicho adiós y basta.
Y sin querer marcharte nos emplazas
en una claridad de tu morada
que compartimos cogidos de tu mano
de poeta infinito.
Mas no caminas solo:
te acompañan los libres pensamientos
donde penden las huellas de tu paso rebelde.
Contigo vamos muchos cantando tus poemas
y nunca sentiremos tus ausencias,
porque son ya tus versos nuestros versos
y nos señalan nítido el camino...
(C) Mayusta 2011
9 comentarios:
Jo, precioso, me voy antes de que se inunde el teclado.
Un beso.
Provocar con la ausencia un poema como éste es lo contrario de morir.
Bellísimo.
Has dicho adiós y basta.
Un verso en tierra de nadie, en el punto justo de la inflexión, cuando la curva cambia el sentido de su curvatura.
Les hubiera gustado leerse en ti.
Un beso.
Laura
Eso para mi es la inmortalidad.
Un abrazo
Misk
Un gran poema para un gran amigo y excelente poeta.
Conmueve.
Un abrazo.
Leo
Al igual que la mar no tiene dueño y sus vientos y mareas mueven sus aguas por las cuatro esquinas del mundo, los versos del poeta una vez salen de su alma ya no tienen dueño, pues son patrimonio de todos los que los lean, tanto hoy, como mañana, como siempre.
Saludos.
Algo queda
por más que pensemos
que todo se acaba.
Una preciosa dedicatoria.
Besos
Un bonito recuerdo.
Abrazos.
José siempre seguirá aquí, por él, por sus poemas y por ti, por los tuyos que le dedicas.
Besos para él, allá donde esté, y un enorme abrazo para ti.
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