junto a la suave música que amas.
Un nocturno de Chopin
acaricia los sentidos:
penetra en los resquicios del recuerdo
con el claror de las afirmaciones.
Nada es más bello ahora
que tu presencia sosegada y cierta
mujer de luz, que has cubierto mis días
de tan renovadoras primaveras.
Es mi tiempo feliz cuando tú estás
y descanso del mundo en tu mirada.
Publicado en "Amar y callar" (Sabara 2013)
4 comentarios:
Casi con la dulzura de Chopin, los dos últimos versos podrían ser parte de sus partituras.
La fotografía es deliciosa y ayuda a acariciar el poema.
Un beso.
Laura
Estoy de acuerdo con Laura.
El poema es música en sí mismo y el final es rotundo y dulce en sus notas.
Besos
Sibello es soñarlo cuan bello es sentirlo.
Un beso
Hay presencias soñadas que son muy bellas, dulces, y suaves como esa música.
Besos, Miguel Ángel.
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