Tu piel se ha confundido con mi piel
en una misma orilla.
Es una sola piel que nos rodea
y nos hace morada necesaria,
en una misma orilla.
Es una sola piel que nos rodea
y nos hace morada necesaria,
jardín donde se tienden las palabras
y se pronuncia el nombre.
y se pronuncia el nombre.
Volvemos del enigma
al encuentro del beso y del perfume.
Se despiertan los sueños
ardiendo en los espejos de tus ojos.
Los versos se te escapan de los labios
como asustados pájaros que vuelan
a la raíz del cielo.
Ya desnudos del tiempo y del espacio
solo sabor de piel, dócil poema,
inunda nuestra estancia en el instante
en que tú y yo encontramos otro mar.
(c) Mayusta 2011
1 comentario:
El amor, esa bendita calamidad.
Abrz.
Publicar un comentario