Apenas acostado junto a ti
escucho los silencios de la noche
y tu respiración, leve y pausada,
apacigua mis mares rugientes y profundos.
De vez en cuando el distante sonido
de un motor testifica que aún hay vida allá afuera.
Todavía no duermo,
quiero vivir las horas mas largas a tu lado,
pensar que aún es momento de verte y respirarte
porque tal vez mañana
-ojalá no amanezca-
podrías ser pasado y despedida.
(C) Mayusta 2011
5 comentarios:
A veces cerrar las persianas esconde esa realidad, porque la noche es pura magia al lado de la persona que se ama, intenso tu poema.
Misk
Lo he leído en voz alta para apreciar más su melodía y ha resultado un poema magnífico, dulce y rítmico.
Maravilloso, Mayusta.
Besos llenos de admiración.
Siempre hay que apurar cada momento único y conservar los sentimientos con cuidado pues mañana quizás ya no sea posible.
A mi también me gusta leer la poesía en voz alta y el sonido de este poema es una caricia
Un abrazo Miguel Angel
Des-hacer la vida con los versos... eso has hecho con este poema magnífico.
¡Qué bien suena ese "allá" fuera de plano y ese verso categórico que con aroma a Neruda y ese final, semicortado y rotundo a un tiempo!
Has llenado el mar y no lo sabes.
Un beso,
Laura
Aunque los amaneceres son hermosos, todos hemos sentido alguna vez, afortunadamente, el deseo de que nunca amaneciese.
Muy bello, Miguel Ángel, un besazo.
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