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lunes, 29 de febrero de 2016

Si pudiera nombrarte...



Si pudiera nombrarte
y penetrar el cielo con tu nombre
y que el cielo, asombrado,
lo convirtiera en luz
y que la luz se adueñara del tiempo,
y que el tiempo parase nuestras vidas
definitivamente,
mi voz te llamaría cada instante.

Si fuera dueño de tu nombre, amor,
y tuviera el poder de demorarme
en esa red de nardos y jazmines,
lo alojaría dentro de mi pecho
para que nunca nadie pudiera descubrirlo
y lo pronunciaría,
deshaciendo las letras,
en oración de amor definitiva.


.......................................De "Amar y callar". Ed.Sabara. 2013.
.......................................Imagen: Venezia. mayusta.

sábado, 20 de febrero de 2016

PATERA (Álora, nº 32, especial del XXV Aniversario)




Patera
(Coplas ante la insolidaridad)

Tiene el grito la mujer
encadenado en la boca
y oír el llanto del hijo
el corazón le destroza.

 Acosa el mar los costados
de la insegura patera
y los gemidos estallan
al llegar la noche negra.

Los cuerpos caen poco a poco,
la vida no vale nada,
y menos, cuando a lo lejos,
no hay amor ni hay esperanza.

El niño muere despacio
en los brazos de la madre
mientras de la noche surgen
densas lágrimas de sangre.

Desesperación y miedo
atenazan las gargantas.
Gritos desgarran el aire:
no amanecerá mañana.

En el oscuro horizonte
se precipitan las sombras
de hombres que, en vano, suplican
las migajas que nos sobran...

Tiene el grito la mujer
ensangrentado en la boca.
Ya no oye el llanto del hijo,
ya nada, al cabo, le importa...

                                 Miguel Ángel Yusta.

domingo, 14 de febrero de 2016

Me sumergí en tu boca



Me sumergí en tu boca
para nadar en un templado lago.
La brisa de tu pecho
alentaba sonidos imprecisos
mientras tus manos ávidas
exploraban los pliegues de mi universo loco
dibujando con signos el placer.
Emanaba tu piel un vaho indescriptible
que incendiaba mi sangre.
Tu cuerpo desnudaba poco a poco sus pétalos
cuando mi carne inundaba los surcos
donde nacía el mundo.
Hoja en mis ramas, vela de mis vientos,
cóncavo bendecido del amor
templo carnal de todas mis plegarias.
Al pronunciar mi nombre,
-ofrenda perfumada-
me hiciste esclavo y amo de tu luz.


"Me sumergí en tu boca", de Miguel Ángel Yusta (c)
Oleo: "Desnudo" de Luis García-Ochoa (S.Sebastián 1920)

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