En la orilla del tiempo,
cuando la luna duerme ya en la aurora,
las sombras guardan íntimos secretos
y es tu cuerpo concavidad ausente.
Sólo entonces quisiera preguntarte
si alguna vez, en tus sienes de nieve,
sentías los latidos al pronunciar mi nombre,
si tu boca sabía todavía
recordar la humedad de mis labios,
si tu piel, desnuda en la penumbra,
ansiaba la avidez de mis manos.
O si, por el contrario,
los instantes vestidos de luz
eran sólo cegadores relámpagos
perdidos en aquellas noches donde
yo bebí todas tus copas vacías.
(c)Mayusta 2010
11 comentarios:
seguramente si te responde sabras que a veces dos y dos no suman lo suficiente...un abrazo caro amico...
Muy bueno Mayusta. A la orilla del tiempo suelen ocurrir estas cosas. El final es magistral, me ha gustado mucho. Un abrazo.
Encantadoras palabras que has tejido..
te dejo un fuerte abrazo..
y felices fiestas!
En un tiempo la luna fue mi escudo y cuantas cosas sucedió bajo ella, me ha gustado tu poema.
La imagen genial
Misk
Estupendo poema, tantas preguntas surgen en la ausencia, el final es fantástico.
Un beso
La concavidad de un cuerpo contra el vestido de la luz...
son imágenes profundas y llenas de contenidos.
La melodía del poema es rematada con un estoque al corazón. Ese último verso vale un Potosí porque es una forma exquisita de nombrar al amor. Ex-qui-si-ta!
Un beso.
Laura
Mejor no hacer preguntas,
quedarse con lo bello que
se ha vivido.
Has sabido atrapar en
pocos versos todo
un mar de sentimientos.
Un gran abrazo
Es muy hermoso Miguel Ángel
Hay que ver como duelen las copas vacías...
Besos y abrazos, que estés muy bien
Dulce y tierno y con esa maravillosa sensibilidad que tienen tus poemas.
Quizá las ausencias y las copas vacías, dan un valor mayor a esos amores perdidos.
Un beso, Miguel Ángel.
Jajaja, ya te diré la palabra que me salió en la verificación.
Precioso...
Un abrazo!
Mil gracias a todos, queridos amigos. Abrazos fuerrrrtes...
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