Adoré las estancias de tu cuerpo pagano
y tu boca entreabierta
en un jardín de seda derramada;
la música prohibida de tu voz
estrellada en mis sienes
como el rumor de la espuma del mar;
el perfume violento de tu piel
que abrasaba mis ansias;
la vertical caída de tus ojos
sobre el desierto inerte de mi cuerpo...
No hubo ya retorno.
Invertí la verdad de mis fronteras
y enterré en mis entrañas
las letras de tu nombre.
(C) Mayusta 2010
7 comentarios:
No hay retorno...
Con tu permiso me apropio de los últimos versos.
"Invertí la verdadd de mis fronteras y enterré en mis entrañas las letras de tu nombre"
Gracias por estar ahí, hoy me adormeceré con tu poema; maravilloso, dulce y me abrasaré con él.
Un cariñico.
Bravo, maestro, me dejas deleitándome en tus versos.
Un abrazo.
y enterré en mis entrañas las letras de tu nombre...
Que entrega más silenciosa...
He podido sentir la vertical caída...
Intenso
Misk
Me encantan algunas imágenes de este poema:
"tu cuerpo pagano", el "perfume violento", el "desierto inerte de mi cuerpo"....
Son estupendas.
La línea poética: mayúscula en poética y en emoción. La pasión hecha verso encendido.
Un beso.
Laura
Mi querido Miguel Ángel:
Al menos tienes a la poesía siempre de tu lado para retornar siempre a ella. Tus versos se estrellan en mis sienes, no como el rumor del mar, sino con toda su furia en noches de tormenta...
Un abrazo.
No hubo ya retorno.
Invertí la verdad de mis fronteras
y enterré en mis entrañas
las letras de tu nombre.
Esto es poesia...
Me encantó.
Con cariño, esencia.
Esa última frase... y es que hay nombres que se quedan clavados en las entrñas de la memoria de uno.
Te dejo un cordial saludo.
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